Un cuarto de siglo, palabras a mi edad

Representativo, de mi vida. Hoy vuelvo a nacer, como lo hice durante 25 años, tal vez sin tener mucha idea de qué hago. Quizás nunca la tenga. La inconsciencia es la base de todo cambio radical que se quiera llevar adelante.
Gracias a todos por estar de alguna u otra manera. A esta altura del partido, creo que cada uno de ustedes está acá por algo, me reflejo, tomo una parte de mi, de ustedes, de los que me acompañan en esta aventura que es el vivir.
Muy osado para ser entendido, y excesiva felicidad posible. Si todo estímulo es bien recibido tampoco podemos dar paso a nuestros intereses. Hay que aprender a elegir lo que nos provoca alguna comezón, un despertar.

Hoy quiero escribirle a mi edad. Al paso del tiempo, y a las ganas de encontrármela cada año que vendrá, que esto nunca termine, por más que sé que así será.
Qué siento al encontrarme a los 25 a los ojos. Una responsabilidad sana de hacerme cargo, de afrontar desafíos mayores, que implican un esfuerzo importante para ser alcanzados.
Con una primera lectura puede sonar mal sentir que se entra en la ADULTEZ, pero no necesariamente. El niño se lleva adentro, y creo que nunca se pierde por más que se crea.
El punto es darse cuenta que se puede afinar la sensibilidad y tomar cartas en el asunto. Habrá que arremangarse y enchastrarse un poco, como suele decir un amigo. No es cuestión, el que arriesga siempre se mancha, re revuelca en la mierda (cagazo) del devenir, y siempre sale algo más placentero. Aprender a hacerlo sin sufrirlo. Eso es lo quiero que me traiga la edad. Esa que nunca llamo pero siempre está.

Salud! Y que siga trayendo cosas ricas.