Barrilete cósmico

jueves, julio 06, 2006

Sin condiciones

La compasión es un término que nunca me quiso entrar porque lo ligo más a lo religioso. Pero repensándolo surge una vuelta interesante.

Se trata nomás de ser conciente de que hay gente que no tiene por qué actuar como creemos que debería. Tener pleno conocimiento del propio ego para permitirse ser un sujeto independiente de la realidad del otro.
Algunos podrán decir que se trata de individualismo, pero sólo aquel que se quiere puede demostrar verdaderamente lo mismo al otro. Lo mismo o algo parecido.

Quien se compadece luego tendrá la misma permisividad consigo mismo y eso le dará sus frutos a la larga.

Ser conciente de los actos posibles.
Poder brindar hasta donde se debe.
Deber acompañar a quien decidimos integrar a la comunidad en la que nos desarrollamos.
Si esa es la decisión, la de convivir con gente en confianza pura y sinceridad, entonces hay que permitirse aceptarlos como son. No siempre se puede en un ámbito de falsa competencia o catedraticismo, tan frecuentes.
A veces los intelectuales pecan de engreídos, y ahí muestran la hilacha.

Vivir de acuerdo a lo que hacemos.
Hacer, y decir, de acuerdo a lo que pensamos.
Pensar de acuerdo a cómo se quiere vivir.
Querer de acuerdo a lo que dicta el instinto.
Intuir que en el camino algo bueno aparecerá.

Compasión y conciencia. Con pasión y sin tanta ciencia.
Tolerancia y aceptación. De los errores propios y ajenos. Y a desplazar el prejuicio lo más que se pueda, para poder permitirse amar sin ninguna condición.